This site designed by me.
NEGOCIO EN LINEA





Put a photo of something here.
¿QUE VENTAJAS OBTIENEN LAS EMPRESAS AL ENTRAR EN BOLSA?


Básicamente por lo que hemos dicho anteriormente, para obtene: financiación. Pero vamos a profundizar un poco más. Una empresa que no cotiza al invertir en bolsa es como una secta: todo el mundo la puede conocer pero nadie sabe cómo funciona por dentro. En cambio, cuan do una empresa decide cotizar se expone a una serie de obligacione debido al hecho de que a partir de entonces tendrá como accionista a múltiples personas a las cuales tiene que informar sobre la marcha del negocio. Para que todas estas personas, que no tienen por qué esta ubicadas geográficamente cerca, puedan tomar decisiones más efi cientes, se requiere que la empresa tenga total transparencia y abr sus puertas para cualquier información que un socio quiera o necesite saber.

Cualquier noticia que sea trascendental, como cambios estratégicos, cambios en la cúpula directiva, etc., debe comunicarse mercado. Además, estas empresas han de cuidar su imagen, no sólo para que sus accionistas actuales estén satisfechos, sino para atraer a otros inversores cuando la empresa lo necesite.

Por lo tanto, si hay tantas obligaciones a la hora de cotizar en bolsa, ¿vale la pena? En general, sí. Básicamente porque la empresa recibe dinero de los inversores para poder llevar a cabo sus proyectos empre­sariales y le conviene cuidar de su prestigio para garantizar que si alguno de estos inversores quiere transferir la propiedad de la empre­sa, podrá hacerlo sin ninguna dificultad a otros inversores interesados. Otra razón es que la bolsa permite a los grandes accionistas de las empresas convertir sus participaciones en dinero, transformando el esfuerzo de muchos años de trabajo, tras haber fundado la empresa o haberle dedicado gran parte de su vida, en dinero líquido. Otra razón por la cual a una empresa puede interesarle cotizar en bolsa es que es un mercado líquido, y cuando un activo es completamente líquido se lo equipara al dinero. Por lo tanto, una empresa que cotice en bolsa podrá utilizar las acciones para remunerar o pagar a sus empleados o a los propietarios de otra empresa que se quiera comprar.












Todas las ventajas han de compensar las obligaciones de transpa­rencia que antes comentaba. Tampoco todas las empresas pueden cotizar en bolsa por arte de magia, ya que los requisitos son exigentes. En España, una sociedad debe tener un capital mínimo de 1,2 millones de euros, excluidas las participaciones individuales iguales o superio­res al 25 %; pero no sólo es eso, ya que el camino que se traza desde que la empresa toma la decisión de salir a bolsa hasta que finalmente em­pieza a cotizar es bastante largo. Desde la necesidad de contratar a uno o varios bancos de inversión y despachos de abogados, y la elaboración de la due diligence (revisión a fondo de la situación de la empresa por parte de los abogados de todos los actores que intervienen en el pro­ceso), hasta la confección del folleto de salida a bolsa para llegar al ritual del toque de campana en la Bolsa de Madrid como símbolo del estreno a cotización de una compañía, de la misma manera que se hace en Nueva York, pueden pasar varios meses.

Otro requisito exigido a una empresa que quiera cotizar es la obten­ción de beneficios durante un período fijado de antemano y un mínimo numero de accionistas, excluyendo a aquellos que tengan una participación igual o superior al 25 % del capital. Se deberá escoger el procedimien­to para colocar esas acciones en el mercado, y una vez coticen en un indicador oficial, la acción ha de tener una determinada frecuencia mínima de contratación (ya que si no, se perdería por completo la gracia que otorga la bolsa como fuente de liquidez para los inversores que quisieran recuperar su dinero vendiendo las acciones).

En los últimos años, la legislación española ha aligerado los requisi­tos con el objetivo de fomentar la salida a bolsa de muchas empresas; pero, qué duda cabe, no sólo el proceso inicial para empezar a cotizai es duro, sino que el mantenimiento de la transparencia y la publicación periódica de resultados comportan un trabajo y un gasto importantes

Pero cotizar en bolsa puede suponer para las empresas muchas más ventajas. Por un lado, diversifican sus fuentes de financiación (no de penden solamente de que una entidad financiera les quiera dar finan ciación). El capital que se negocia en bolsa se reparte entre un elevadc número de accionistas, por lo que el riesgo de que un grupo determi nado de ellos se pueda hacer con el control de la empresa es bajo.

Ojo porque que el riesgo sea bajo no quiere decir que sea inexistente, y que puede suceder que otra empresa tome el control mediante la ad quisición de la mayoría de sus acciones en el mercado bursátil. De esti ya hablaremos más tarde.

Normalmente, la financiación conseguida a través de la bolsa e más barata que la que se consigue por otros medios, por no hablar de volumen, ya que la cantidad de financiación obtenida es mucho mayor en comparación con una empresa que no cotiza. Su imagen públic mejora, ya que numerosos medios de comunicación que informa sobre la evolución de la bolsa les otorgan publicidad gratuita. Ha total visibilidad del precio de sus acciones, ya que se puede conoce con exactitud su valor de mercado. Los requisitos de información qi deben cumplir permiten mucha más transparencia sobre la evolució de su negocio y es un incentivo para la profesionalización de sus directivos.